Como ya comenté el otro día, la Señá Botella se ha destapado
como una Ecologista radical de mucho cuidado.
Quiere expulsar a los coches de la ciudad (seguro que habrá
excepciones entre Jaguares y Mercedes clase Mil) y ahora me entero de que
también quiere reducir las emisiones de gases invernadero (ala, toque técnico
que siempre queda bien) un 35% en 2020 sobre lo que emitíamos en 2005, (lo que
no es mucho si tenemos en cuenta que lo que piden las ONG ambientales y los
científicos de la ONU se acerca más a una reducción de ese 35%, pero sobre los
datos de 1990), pero en fin, que podemos esperar del Ayuntamiento Botellín.
Y uno se pregunta, ¿a qué viene este esfuerzo por parecer la
más verde del escenario?
Mis respuestas son dos:
Que los asesores de la Señá Botella, deben tener más luces y
se han dado cuenta de que no basta con el "Relaxin Cup" y que en los temas de
Medio Ambiente, Calidad del Aire, cumplimiento de las normas europeas sobre
emisiones etc, etc, tenían un agujero de dimensiones siderales, tipo agujero
negro vaya. Agujero que como todo agujero negro atrapa a todo el que pase o
viva por ahí y lo convierte en cenizas.
La otra, que a falta de propuestas electoralistas más
enjundiosas (de más pasta quiero decir y más visualización popular, tipo
soterramientos, estaciones de metro o edificios ilustres) pintarse las uñas de
verde le iba a venir bien, sobre todo, pensarán ellos, porque la oposición
roja, muy roja, pero verde, verde, como que no.
En todo caso, y tras más de cuatro o cinco planes supuestamente
“maravillosamente” verderones, que han dormido y duermen el sueño de los justos
sin que en el Ayuntamiento Botellín muevan un dedo porque se cumplan y si por
hacer nuevos inventos proyectiles (deben tener un montón de asesores, pero
ejecutores ni uno), uno tiene la sospecha de que no hay nada más detrás de todo
esto que un intento de tapar agujeros.
Que por mucho que lo envuelvan en celofán, una “catalina” es
una “catalina” y termina oliendo mal. Y que quien va con limusina oficial y cinco
coches de escolta a la peluquería no puede haber mucha conciencia ambiental, se
ponga la Señá Botella como se ponga y que
lo más ambiental que podemos hacer los madrileños es echar las botellas y los
botellines en el contendor VERDE.
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