Pues hete aquí que voy y leo en El País (exprogresista periódico digital)
que Doña Carmena (y su ayuntamiento de Ahora) va a cambiar la normativa de
alerta por contaminación y sobre todo, va a poner en marcha una serie de
medidas, ya planteadas por la Seña Botella,
pero nunca ejecutadas, como le gustaba a ella.
Esta bien, es un primer paso, pero sin alharacas, que de
anuncios y propuestas esta llena la
Plaza de Cibeles, de Sol y hasta la calle Mayor. Veremos si
se lleva a cabo. Amenaza Doña Carmena con que si. Confiemos.
Pero ya que somos sandías (¿ah, que tu no eres sandía?, pues nada Ana, que
no pasa nada) seamos “radicales”, vayamos a la raíz.
¿Y hasta que superemos los límites no hacemos nada?.
Digo yo, y me parece que así debería ser, que lo mejor sería
que no superaramos los límites nunca y la pregunta entonces es: ¿va Doña
Carmena a hacer algo para que no alcancemos los límites?.
La respuesta debe ser si, pero aún no se lo he oído, al
menos yo no lo he oído.
De momento para el día sin coches el Ayuntamiento de Ahora,
parece que piensa cortar una calle emblemática (me juego con vosotros lo que
queráis que no será la
Castellana, ni Recoletos ni el Prado, es más, me juego con
vosotros lo que queráis a que cortan, si la cortan, la
Gran Vía) y poco más, alguna charla de
sensibilización y tal.
No diré nada en contra, que esta bien, mejor eso que nada,
pero los coches, esos de cuatro ruedas, cinco plazas (la mayoría) y un solo
ocupante, seguirán rodando a sus anchas y contaminando como siempre si se les
deja.
En fin, pasito a pasito seguro que llegamos a algún sitio,
mejor esto que el inmovilismo Botellín y es cierto que llevan pocos meses en el
Ayuntamiento de Ahora, pero va siendo hora también de alguna apuesta algo más
arriesgada que una bajada de IBI lineal que beneficiará más al barrio de
Salamanca que a Villaverde.
Doña Carmena, tiene crédito, pero no ilimitado, acuérdese.