No, no hablo de corrupción, que va. Hablo de Cambio
Climático.
Y me diréis. ¿Qué tiene que ver el chorizo con el Cambio
Climático?. Pues mucho. Lo
explico.
Me dice mi amiga Piedad, que este año no hay matanza en
Badajoz. Que no hace frío suficiente y que además hay moscas a montones (claro,
no hace frío) por lo cual la matanza hay que retrasarla o suspenderla, aunque esto último no creo,
menuda es Piedad con su matanza.
A la vez que recojo la queja de mi amiga por whasspp, oigo
en la radio a Javier Gregori (Cadena
SER) y luego lo leo en El Mundo http://www.elmundo.es/ciencia/2014/12/03/547f422de2704e3a0c8b456d.html
que si noviembre y diciembre no cambian y no tienen pinta de cambiar, 2014 será
el año más caliente (de temperatura se entiende) desde que se tienen registros
en el planeta y lo dice la Organización Mundial de Meteorología, no este sandia
o alguno de sus adláteres.
Ya íbamos por la calle algo descamisados este noviembre,
incluso en algún momento pareció que volvía aquello del Veroño que tuvimos en
octubre. Pero es que como casi ni nos acordamos, en enero tampoco hizo mucho
frío que digamos.
Van sucediéndose los informes y los años y las conferencias
de las partes del Convenio de Kioto y cada vez tenemos más claro que el
calentamiento existe, que el Cambio Climático es un hecho (preguntar a las
200.000 personas afectadas por la inundaciones en Paraguay o a mi amiga Piedad
que no sabe cuándo podrá hacer su matanza, sus chorizos, salchichones y ese lomo
que me trae por el camino de la amargura).
Van sucediéndose, decía, los hechos y no hacemos nada. Seguimos
pensando que si los acuerdos voluntarios de empresas, que si el acuerdo EEUU-China para 2030,
que si pitos, que si flautas, y la única verdad es que cuando queramos hacer
algo ya va a ser demasiado tarde.
Llevo años diciendo que en nuestro país el negocio más
afectado será el turismo, porque para que van a venir los sonrosados ingleses a
nuestras costas si en las suyas hará mucha mejor temperatura (los 45o
que pronostican para nuestro mediterráneo no creo que atraigan mucho a quienes
tendrán 30o en las costas de Cornualles, Devon o Brigthon).
Pero ahora se unirá el de los embutidos auténticos. Esos que
se secan al aire “serrano” y no en factorías con termostatos y maduradores
químicos.
Estamos empeñados en salir de una crisis y no nos damos
cuenta que de la gorda (la ecológica), no solo no salimos, sino que lo que
hacemos para salir de la otra agrava esta. ¿Hasta cuándo seremos tan estúpidos
de no darnos cuenta de que el dinero no se come?