lunes, 28 de octubre de 2013

In memorian



Este fin de semana he comprado el “Doble Blanco” uno de los discos menos conocidos y también por eso, a mi juicio, más interesantes de los “cuatro de Liverpool”.

Este fin de semana, también ha muerto Lou Reed. Le escuche por primera vez en 1980 en Badalona. Fue en Transformer y "Walk on the Wild Side” se me quedó grabada a nota y acorde en mi joven memoria de rocanrolero principiante. No podía dar crédito a las sensaciones que aquel tema me evocaban y eso, que no sabía (ni sé aún) inglés.

Posteriormente, hace poco más de un año, preparando temas para nuestro nuevo proyecto “El autobús azul” recuperé el “Rock and Roll animal” un disco, como su nombre indica, bestial y en él una canción, la que da título al álbum, “Rock and Roll” que, podría ser sin duda, el paradigma de lo que muchos sentimos allá por los últimos 70 y primeros 80 al escuchar a Reed y a todos aquellos que penetraron, ya sin trabas, en nuestras vidas.

Dicen los primeros versos de esta canción:

Jenny dijo, que cuando ella tenía solo 5 años
Nunca pasaba nada.
Ella siempre encendía la radio,
Y nunca pasaba nada. Nada de nada.
Entonces una hermosa mañana
Ella pone una emisora de New York
No podía creer lo que estaba sintiendo.
Empezó a sacudirse al ritmo
de aquella buena música.
Lo sabes, el rock and roll salvó su vida.
Y a pesar de todas las mutilaciones,
Sabías que podías salir y bailar
Con una emisora de rock and roll

Por eso creo que más que caminar en el lado Salvaje, como casi todo el mundo dice ahora de él, lo que hizo Lou Reed fue indicarnos cuál era el lado “mutilante” y decirnos que al otro lado había un lado salvaje, sí, pero mucho más vivo, mucho más rico y estimulante y sobre todo, mucho más verdadero, sobre todo para quienes veníamos de 40 años de pesadillas. Por cierto, un lado salvaje que tenemos que recuperar en estos tiempos de zozobra y adormilamiento.

Por eso creo que Lou Reed merece ocupar un lugar importante en nuestras vidas y en nuestras discotecas.

Como el “doble blanco”, un disco en el que además se aprecian varias cosas que luego serían más que evidentes: Las diferencias entre Lennon y McCartney. Que posiblemente el mejor músico de los cuatro era Harrison y que Ringo no era un simple acompañante (increíble en Back in the U.S.S.R). Os lo recomiendo.

Y acabo con una sorpresa para alguno. Manolo Escobar. No hace falta que nos guste para reconocer que su música y sus pelis forman parte de nuestra infancia y adolescencia. En lo bueno y en lo malo, cuando le he oído esta semana me he visto a mi mismo en pantalón corto jugando al fútbol en la parte de atrás del bloque o a las chapas, o saltando la goma. Yo no desearía mejor homenaje.

jueves, 24 de octubre de 2013

El veneno en nuestras calles



El 94% de los españoles respiramos un aire que da asco, lo leo en un informe de Ecologistas en Acción sobre contaminación atmosférica en España y me miro al espejo, ¿va a ser por eso que tengo esta cara?.

Si la llamada de atención no fuera suficiente, sigo leyendo y en las conclusiones veo que seguimos desde hace décadas teniendo un aire de “mierda” y que las autoridades no han hecho nada, de echo (has visto como controlo el vocabulario) se han producido mejoras en esa sopa de oxígeno, hidrógeno y un montón de monóxidos, dióxidos y otros idos que respiramos, todas ellas relacionadas con la reducción del tráfico rodado, por la crisis.

Viva la crisis, pensarán algunos/as, pero si profundizamos, nada, un par de centímetros, nos damos cuenta de que el máximo culpable es esa cosa de cuatro ruedas que tanto amamos, que tanto nos cuesta adquirir, mover y mantener a la que llamamos coche y entonces uno se pregunta ¿Por qué tanta inversión en carreteras, autopistas y autovías si es lo que nos mata?.

Dice el informe que el Ministerio de Medio Ambiente (que no pasa por ser sensacionalista ni muy revolucionario) cifra en 16.000 muertes al año las que tienen como causa la contaminación atmosférica. Ojo, lo mismo no te toca, pero, lo mismo le toca a alguien a tu lado y… pues eso.

Cuando uno/a profundiza, ya digo, unos centímetros, uno/a llega a la conclusión de que algo no funciona bien, ni en la gestión de las ciudades, ni en las cabezas de los que dirigen las políticas de Movilidad (término más técnico que engloba políticas de transporte, infraestructuras, accesibilidad etc), ni posiblemente en las nuestras. 

Si la contaminación mata (tampoco hay que ser un lince para darse cuenta de que sí). ¿Por qué no hacemos nada más que planes muy bonitos que nunca se ponen en marcha? Ver todos los Planes Gallardón o el Plan Azul de Esperancita, bonitos en el papel y sin hacer nada de nada.

Si la reducción del tráfico motorizado y fundamentalmente del privado hace que mejore la Calidad del Aire y por ende se reduzcan las posibilidades de enfermar por su causa, ¿Por qué hacen un tercer carril para coches en la A-5 y suspenden el Bus-Vao para los autobuses en esa misma autovía?. ¿Por qué el Alcalde de Navalcarnero pide que le lleven este tercer carril hasta su pueblo y no que mejoren el transporte público?.

¿Por qué nos suben los precios de los billetes del metro, del bus, del cercanías, si lo que se trata es de que no saquemos el coche?.

¿Por qué se gastan una millonada en Radiales de Peaje que nadie utiliza, si lo que habría que hacer es una red de carriles, aparcamientos, carriles reservados (de los separados no de los compartidos) y descuentos para bicicletas (eléctricas y a pedales, de las de toda la vida)?.

Pues eso, que mientras jugamos a la lotería y no nos toca, pues tiramos para adelante, eso llevan haciendo los Gobiernos del Ayuntamiento y de la Comunidad desde hace muchos años, alguna vez les tendremos que decir basta ya. ¿no?.

jueves, 17 de octubre de 2013

Apuntes para un Guión cinematográfico



(Zoom sobre un portal cualquiera de Villaverde) un hombre de mediana edad (que no os pienso decir) observa el lluvioso cielo alumbrado por la luz de la una farola. Mira y piensa: “Ahora me voy al tren y además de mojarme me pongo de barro hasta las cejas. Mejor cojo el 86 y me ahorro tanta incomodidad”.

Dicho y hecho, anda doscientos metros hasta alcanzar el parapeto de la marquesina del autobús. 

Una mujer mayor y una chavalilla le miran mientras cierra el paraguas. Muy ufano, nuestro maduro galán envía un SMS para saber el tiempo que le falta al 86 para llegar, y de paso, vacilar un rato a las chicas con sus conocimientos del funcionamiento de los servicios que la EMT madrileña presta a sus usuarios (previo pago de su importe, por supuesto).

Llega el esperado SMS de respuesta de la EMT. ¡¡No lo puede creer!! ¡¡¡Próxima llegada 25 minutos!!!. ¡¡¡Siguiente 35!!!

(Imagen Congelada) En un rictus de rabia nuestro héroe se vuelve hacía sus compañeras de marquesita y las espeta: “el 86 va a tardar 25 minutos en llegar”. La señora mayor, más mayor que él, le comunica que ella espera que escampe. Que va al Centro de Salud y le ha pillado el chubasco. La joven solo dice “puta mierda” y se va como alma que lleva el diablo y nuestro hombre de mediana edad, resignado, abre de nuevo el paraguas, se remanga los bajos del pantalón y se pone en marcha camino del barro que le lleve en 5 minutos a la estación de tren de Puente Alcocer. 

Esto que os cuento ha sido así, o casi, hasta ahora, hoy nos ha dado el Ayuntamiento de Madrid la buena nueva de que va a quitar un autobús de las líneas 59 y 86 (de alguna más, pero estas son las que me afectan como vecino de Villaverde) por falta de demanda.

¿Qué mierda de falta de demanda?. Lo que hay es un exceso de morro de los responsables municipales y una falta de vergüenza de aquí a Gibraltar por dar un servicio paupérrimo a un precio desorbitado y encima decir que hay “falta de demanda”.

Cómo querrán que la gente coja el autobús si tarda una eternidad, y con los nuevos cambios más.

(Trávelin sobre la acera) Un hombre de mediana edad se vuelve hacía la parada del autobús con la mano derecha abrazada al antebrazo izquierdo, flexionado este y el dedo corazón erguido. Una gota de lluvia golpea contra el cristal de sus gafas mientras grita una frase que empieza en “tus” y acaba en “muertos”.

lunes, 14 de octubre de 2013

¿A quien le importa el Cambio Climático?

¿A quien le importa el Cambio Climático?, pensó el "NO Ministro" de Medio Ambiente, Señor Cañete o similar, cuando desapareció de la reunión de Ministros Europeos de la cosa, justo, justo cuando se iba a debatir si se limitaban o no las emisiones de CO2 (puso cara de ¿Qué es eso? y se marchó) de los automóviles.

Dejó a su Secretario de Estado que debió pensar ¿A quien le importa el Cambio Climático? si se ha ido el Ministro. Yo mejor no intervengo, y le quedó niquelao el silencio administrativo, mientras, el Ministro Alemán vetaba una limitación de emisiones que afectaba a su industria automovilística.

Noses denen nicht über den Klimawandel kümmern? (¿a quien narices le importa el Cambio Climático?) Debió pensar el Deutsch Minister, cuando tengo millones de cochecitos alemanes en stock, un cuasi campeón del mundo de Formula 1, la Seña Merkel ha ganado otra vez del tirón y los del SPD ni carne ni pescao.

¿A quien le importa el Cambio Climático? Han debido de pensar los 369.000 habitantes de las Islas Maldivas, tampoco tantos, ¿verdad?, que saben que al ritmo actual su país habrá desaparecido comido por las aguas del Océano Indico (mira que esta lejos eso) en 20 o 30 años.

¿A quien le importa el Cambio Climático?, deberían pensar los productores de vino de Castilla-La Mancha, La Rioja o Ribera de Duero que ven como en Escocia, Noruega o Suecia empiezan a plantar vides con excelentes resultados. En breve tendremos un Reserva Rivera del Ness que ríete tú del monstruito.

¿A quien le importa el Cambio Climático? Deberían pensar los habitantes de la Costa Blanca, sí, ahí por Alicante, Valencia, Murcia, cuando vean como las temperaturas medias en nuestro verano superen los 45º y en la costa sur de Inglaterra lleguen a los 30-35º. Pues eso, si se pueden poner como carabineros en nochebuena por fuera, y ciegos con cervecita casera por dentro, en plan barato y sin clavadas histéricas ¿pa que van a venir los guiris a nuestras costas?

¿A quien le importa el Cambio Climático? Pensaremos todos y especialmente los nietos del “No Ministro” Cañete, del Secretario de Estado “No habló que lo mismo peco” y el Deutsch Minister cuando allá por el 2050 tengamos que comernos los billetes de banco, o los tubos de escape, o las centrales de ciclo combinado, con kartofen eso si, si es que quedan.

Vivimos una época de miseria donde no importa lo que pase después si yo me he asegurado mi Comisaría, mi Ministerito, mi cochecito, mi viajecito, mis primarias de esta tarde.

¿A quien le importa el Cambio Climático? Pues a todos y todas los que nos somos tan cazurros e ignorantes como todos esos que esta mañana y tarde en Bruselas, o se han ido, o se han cayado, o han bloqueado avances en la lucha contra el Cambio Climático porque tienen la vista más corta que Rompetechos (héroe del comic hispano que veía menos que Pepe Leches, para entendernos) y la nariz más larga que Pinocho.

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miércoles, 9 de octubre de 2013

Una ordenanza de vagos y maleantes



Vaya semanita que me está dando la Seña Botella. El lunes no me deja tocar la guitarra en la calle para evitar la mendicidad, hoy no me deja pedir en la calle para evitar la pobreza, supongo.

Es noticia de hoy mismo, que el Ayuntamiento Botellín va a sacar una ordenanza de vagos y maleantes o algo parecido.

Dicen que dice esta ordenanza, que el chaval negro que hay en la puerta de mi supermercado de referencia, el que te sonríe al entrar o salir con un ejemplar de “La Farola” en la mano, el que tiene un gesto amable con mi hija y el que te ayuda, si se lo pides, a llevar las bolsas hasta el coche, a ese chico educado y servicial, le van a multar hasta con 750€ por practicar la mendicidad.

Dicen que dice esa futura ordenanza de vagos y maleantes que se prohíbe y se multa el escupir en la calle, gritar, saltar, ir en monopatín, dar de comer a los animales en la calle o pedir servicios sexuales en la rúe.

Dicen que dice, que prohibe y multa tal cantidad de cosas y tan variopintas que la verdad es que va a dar "miedito" salir a la calle. Y creo que algo de eso buscan los que escriben lo que otros dicen que dice, porque otra de las cosas que prohíben y multan es acampar en la Puerta del Sol (supongo que lo generalizarán, pero vaya, se entiende lo que se entiende) y Mauricio Colmenero, el de Aida, bailando eso del tiritiritirri a sus anchas.

No dice nada esta nueva ordenanza de las razones por las que la gente tiene que pedir en la puerta de tu supermercado de confianza, no dice nada de que ayudas van a darle a este muchacho negro de la puerta del supermercado para que no tenga que seguir pidiendo.

No dice nada de cómo combatir las mafias que explotan a las mujeres en las calles y en los burdeles.

No dice nada de como mejorar la conciencia cívica de los ciudadanos. Solo dicen que dice, de prohibir y de multar y de recuadar, imagino.

No dice nada de las mierdas de perro de más de un mes, o dos, o tres (en mi barrio las empezamos a datar con la prueba del carbono 14) que le han prohibido (palabreja predilecta del vocabulario del Ayuntamiento Botellín) recoger a los barrenderos.

No dice nada de las aceras cochambrosas, de los cubos rebosantes de basura día si, día también.

No dice nada de las máquinas sopladoras que han sustituido a las anticuadas escobas, que levantan tal polvareda que lo unico que hacen es trasladar el polvo y la suciedad del asfalto (este siempre impoluto a mayor gloria de los comedores de petróleo) a las aceras, coches aparcados, bancos, árboles y demás objetos de la calle, incluidos el fulanito y la fulanita de turno que poco avezados no cambian de acera oportunamente.

No dice nada de que Madrid es una ciudad cada vez más vieja, más gris, más aciaga y desagradable. De eso no se ocupa la Ordenanza de vagos y maleantes, ni por supuesto el Ayuntamiento Botellín.

Y tampoco dicen que dice nada de que a las mesas petitorias de firmas contra la Ley Wert o el tasazo universitario se le están poniendo miles de problemas e incluso retirando de la calle por “no haber informado previamente”, como si una mesa plegable y unas pocas hojas con firmas impidieran el paso de esa mayoría silenciosa que les vota, claro que esta es una estupenda excusa para limitar el impacto de las protestas ciudadanas y que los silenciosos sigan cayados.

Tampoco dice nada la Ordenanza de vagos y maleantes, de los cientos de papeles y trabas burocrátias que a unos compañeros del PSOE de San Blas les han obligado a tomar la decisión de no instalar este año el chiringuito en las fiestas de su barrio. 

Invisibilizar a la oposición es también una estrategia, pero de Goebbels, inventor de la Gestapo y de las técnicas de propaganda Nazi.

El PP tiene la fea costumbre de con cada cambio legal, sea al nivel que sea, recortar, acotar, reducir, exprimir, esmirriar un derecho, una libertad o una buena práctica.

Tengo la sensación, cada vez menos sensación y más certeza, de que vivimos en una dictadura cada vez menos disimulada y cada vez más llena de prohibiciones, multas, aguiluchos y cruces gamadas. Y el Ayuntamiento Botellín, no es ajeno.

Ahora es necesaria una contundente respuesta de la oposición madrileña. Que no se quede en la retórica de las ruedas de prensa y pase a la acción de la denuncia de una deriva tan dañina como peligrosa.

lunes, 7 de octubre de 2013

Yo no me examino.



Pues anda que estoy listo. Ahora que me decido a llevar mi música a la calle, a compartirla con la gente, van y me dicen que me tengo que examinar. Pues yo no me examino.

Dicen que es una medida contra la mendicidad y me preguntó, ¿No sería mejor usar ese tiempo y ese dinero en medidas de fomento del empleo? Que digo yo que eso de examinar músicos callejeros parece un poco ridículo ¿no?. Ya nos examinan las gentes que pasan por la calle, las que se paran a escucharnos, las que bailan y dan palmas, las que echan alguna moneda a la funda de la guitarra o los que pasan de largo por que tu música no les interesa, o tu pinta, o las prisas o vaya usted a saber qué razón, pero si no se paran, si no te echan una moneda, mayor examen no creo yo que vayan a hacer los muy “académicos” responsables del Ayuntamiento de Madrid.

Dicen también que quieren asegurar que quienes tocamos en la calle somos músicos y con cierto nivel de calidad ¿Y Cómo se sabe eso?. La calidad, ¿comparados con quién?, Con Mozart, con Pink Floid, con David Bisbal, con los Rollings, con la Polla Records, con Eskorbuto, ¿con quién?. Porque lo mismo nos encontramos con que tocar canciones de Eskape,  Defcondos o la Cabra de los gitanos, no se entiende como de la “calidad mínima” para tocar en las calle de Madrid y ¿Entonces qué? Pues eso, censura pura y dura que es a lo que huele esta medida. 

También van a limitar los horarios (de 10 a 22 o 23h en verano), que mira, pues tampoco me parece mal, pero vaya, seguro que si en alguna de esas terrazas magníficas que hay por Madrid y que el Ayuntamiento Botellín ha ayudado a que proliferen como setas en otoño (si es que llueve) ponen música enlatada hasta las 24h, me juego a que no le dicen nada, que eso no es tocar en la calle. 

Para mí que en esto tiene más que ver el Corte Inglés y los Zaras de turno que no les gusta que les toquen en las puertas de sus almacenes que porque los vecinos de Madrid hayan protestado en masa (repito, que entiendo que hay horas y horas y sitios y sitios, pero…), en masa protestan contra la privatización de la Sanidad y ni caso.

Yo me considero músico, pero no he estudiado en ningún conservatorio. Yo me considero músico, pero no soy un virtuoso. Yo me considero músico, porque yo me lo considero y no me parece ni acertado ni posible que nadie me ponga un sello en la frente de “músico callejero”. Por eso, Yo no me examino.