Leo en el periódico que era de la progresía y ahora no
sabemos, que el Ayuntamiento de Madrid tiene cerradas las dos plantes de
tratamientos de lodos de depuradora que
tenía cedidas a empresas privadas. Eso que los muy liberales gestores
populares publicitan como la mejor forma de gestionar lo público (ya veo yo que
no mucho, pero…).
Dice el periodista, poniéndolo en boca de los responsables
municipales, que el problema es que con la reforma eléctrica del Señor Ministro
Soria (vaya, cargarse las Renovables para darles más beneficios a las eléctricas
del Oligopolio) ya no son rentables esas plantas millonarias (52 millones del
ala costaron) que pagó el Ayuntamiento y parte la Unión Europea y que claro,
las empresas si no les son rentables, pues las cierran.
Dice también, que ahora tiran los lodos, ahí, en San Martín
de la Vega (que manía con echarnos a los del Sur toda la mierda de los del
norte, por cierto), eso sin, sin permisos, sin precauciones, sin la más mínima
medida de control y prevención (vaya, muy liberalmente, como son ellos, mi interés por encima del de todos, je, je.)
Y entonces voy yo y me pregunto: ¿No era mejor la gestión
privada que garantizaba, calidad, ahorro y eficacia?. Pues bonita eficacia, en
cuanto hay un problema cerramos, despedimos a los trabajadores y la basura al
campo, pero no como abono, sino como desperdicio (en todos los sentidos de la
palabra).
Y uno piensa. ¿Si eso lo hubiera gestionado la Seña Botella directamente
(bueno ella, no, Dios nos libre, los técnicos municipales) que hubiera pasado?.
Pues que seguramente ahora tendríamos al Ayuntamiento Botellín
encima de la chepa Soriana presionando para que cambiara, pero tendríamos
también las plantas a pleno rendimiento, la inversión en funcionamiento, los
trabajadores en su puesto y sobre todo, tendríamos nuestros campos limpios y
sin peligro para quienes viven cerca (mi hermano, cuñada y sobrinos, entre otros).
Y no es baladí.
Estamos asistiendo a una privatización de
todo y de todos. Ha faltado poco para que nos privatizaran la Salud y todo,
según ellos (los Gonzalez, Esperanzas, Rajoys y Botellines) en aras del ahorro,
la eficiencia y la mejor gestión.
Si claro. La mejor gestión, si no hay problemas, que si los
hay, a tomar vientos la eficacia, el ahorro y la gestión. Cerramos, despedimos
y vertemos donde haga falta.
Y lo demuestra que la Comunidad de Madrid tiene una planta
gestionada por el Canal de Isabelita Segunda, medio público aún, y la planta
sigue abierta. ¿Por qué?, porque es un Servicio Público y los Servicios
Públicos no se cierran.
Más allá del tremendo problema ambiental y económico que
genera que nuestros residuos no se gestionen como se nos promete y como se debe
(veremos las multas que la UE nos va a poner, tiempo al tiempo), este hecho
demuestra que los Neoliberales del PP no gestionan mejor, ni se gestiona mejor dejando los servicios públicos en
manos de las empresas privadas. Lo único que hacen es darle el negocio, cuando
lo hay, a sus colegas y ya veréis como al final se tiene que hacer cargo el
Ayuntamiento Botellín y correr con los gastos de la juerga privatizadora. El
Slogan del PP es claro: Privatizamos los beneficios, socializamos las pérdidas.
Seña Botella, le queda poco, pero que largo se nos está
haciendo.
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