¿Os acordáis? Si mujer, es aquella donde a Jim Carrey le
hacen una vida a medida y la echan por TV las 24h. Vaya, como Gran Hermano,
pero con el protagonista sin enterarse de nada, como Marianico.
Pues bien, el Show de Truman es a lo que se parece la vida
política de Esperancita de todas las Esperanzas. No hay día en que no salga
dando la nota, y no un Do sostenido, sino un falsete desafinado. Porque hay que
tener morro para ir por las televisiones pregonando su inocencia y ver luego
las imágenes que se han visto.
Ir por las teles insultado y mofándose de los “agentes de
movilidad” que según ella querían “cazarla” y luego ver los partes de los policías,
que no agentes, que la persiguieron hasta su casa.
Ir por las teles diciendo que se siente perseguida y leer,
como he leído, la contestación que da el Gobierno a la pregunta de un
representante de la oposición sobre las funciones de los Guardias Civiles que
salieron a negociar con la policía local en la casa de la susodicha “por
razones de seguridad nacional no se puede facilitar la información solicitada”.
¿Seguridad Nacional? Pues no casa mucho con eso de pobrecita ancianita tomando
el té de las cinco que es de lo que parece que nos quiere convencer.
Esperancita de todas las Esperanzas no tiene ningún proyecto
político, no tiene ninguna idea o solución a los problemas de los madrileños,
pero tiene una cara de cemento armado y una falta de sentido del ridículo que
utiliza para simplemente ofrecer espectáculo y tocar las narices a Marianico.
Esta sí que daría bien junto a Kiko Rivera y Belén Esteban,
sin saber quiénes son los maestros y quienes los alumnos.
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